HORA DE
PUTOS Y PERROS NECIOS
A esta
hora
no se
sabe qué hacer
y siempre es a esta hora de putos y perros necios,
cuando recuerdo. Todos los días, perdido este tiem-
po, tú sabes, el rostro entre las manos, las piernas re-
cogidas,
la viva imagen del dolor en la pesadez de la
tarde. Inmóvil en los escombros, inmune a los de-
sastres, no puede ser ya de otra manera.
Y es la
misma hora
la de hoy
la que vendrá todos los días
la que me
jode.
***
¿QUÉ
DECIRTE HOY?
Qué
decirte hoy
si la
madrugada fue tan difícil
madrugada
de estigmas y estertores
sin
espacio
para ti
para mí.
Al fin
nos han encontrado amado
y somos exactamente como nos inventaron:
dolidos
fastuosos
desanimados
cómicos
furtivos
borrosos
desmadrados
*****
CUANDO
LEVANTO LA CABEZA DE MADRUGADA
Cuando levanto la cabeza
de madrugada
es un
corazón palpable
estruendoso
asfixiante
ocupando
él solo toda la habitación,
trepando
hacia la ventana
como
para escapar y cambiar de sitio,
instalándose
en el jardín del vecino.
Rumor de
largas horas
cortadas
a golpes
cuando
creo en la resurrección de los muertos
en los
verdugos desahuciados
en hilos,
que juegan sin gritos
en zuecos
de madera que suenan y suenan
en las
malas imágenes como para irse a otro sitio
en una
flaca espantando ratas
en los
tulipanes que nunca terminan de florecer.
Te oigo
debajo de mí
respiras
y sueñas
y regresa
el corazón palpable
decidido
a latir
latir
latir
y matar.
*****
LAGARTOS
Hay
hombres
que abren las sabanas
y entran.
Sin dulce
tumulto
sin calor
ni melancolía
sin
conjuro.
Son lagartos.
Desterrados.
Miserables.
Poemas
extraídos del libro “Todos los poemas” de Miyó Vestrini publicado en 1994 por
Monte Ávila Editores Latinoamérica. Caracas, Venezuela.
Toda la
noche. Giovanna le ha sostenido la cabeza esperando
que
concluya su delirio. Giovanna, semidesnuda, muerta de la risa,
impregnada
de su perfume oscuro y dulce. Giovanna que le ha-
bla entre
dientes y mira de reojo la hora. Giovanna, despeinada,
con el
brazo entumecido a fuerza de aguantarlo contra el diván.